El acné es una enfermedad que produce un aumento de la seborrea en las glándulas de la piel, ocasionando granos y espinillas que suelen ser muy difícil de combatir. Pero tenemos buenas noticias: poco a poco la ciencia se está acercando a una solución definitiva.
Un equipo de investigadores de la Universidad de California, en San Diego, ha descubierto que el uso de anticuerpos contra una toxina que segrega la bacteria que causa el acné (llamada Propionibacterium), puede reducir drásticamente la inflamación de las lesiones. Además, adelantan que esta técnica no tiene efectos secundarios graves, así que va encaminada a ser un tratamiento muy eficaz.
¿Y LA VACUNA?
Los investigadores están analizando la posibilidad de sintetizar estos anticuerpos y convertirlos en una vacuna contra el acné. Pero antes, tienen que estudiar en profundidad los efectos sobre el microbioma, que es lo que mantiene la salud de la piel.
El investigador principal, Chun-Ming Huang, dice que las opciones de tratamiento actuales son excelentes, pero puede suceder que no sean efectivas para el 100% de los pacientes, según el grado de acné.
Entre las terapias más nuevas, seguras y eficientes hasta el momento, se destacan el peeling y los tratamientos despigmentantes y el fotorejuvenecimiento con Luz Pulsada Intensa, dos de los tratamientos más demandados en Clínica Ferreira.