Es una cirugía microscópica controlada que se emplea para tratar el cáncer de piel en rostro, genitales, manos y pies. Tiene una efectividad del 98% contra las técnicas tradicionales, que cuentan con un 80% de posibilidades de éxito.
La efectividad de la técnica de Mohs sobre las lesiones dérmicas causadas por el cáncer, radica en que extirpa, en capas delgadas y de manera progresiva, el tumor completo y preserva la mayor cantidad de tejido sano de su alrededor. ¿Cómo lo logra? Dividiendo en cuatro partes la totalidad de la lesión, para estudiar la zona inferior y externa de cada una. Además, se realizan cortes microscópicos para ser estudiados dentro del quirófano. En el caso de que se descubran más células malignas, se remueve mayor cantidad de piel.
Por su precisión, la cirugía de Mohs se indica puntualmente para eliminar lesiones en el párpado, la nariz, los labios, los genitales, las manos y los pies, es decir, zonas muy delicadas. Asimismo, es recomendable en casos donde hay un alto riesgo de recaída, o cuando el cáncer es muy agresivo. Otra de sus ventajas es que se realiza con anestesia local, por lo que no requiere internación.
El método fue presentado recientemente en Argentina por el Dr. Zilinsky, especialista en este procedimiento, en el marco del Congreso de la Liga Internacional de Cirugía Dermatológica y Estética 2018 (Dasil).
Fuente: tn.com.ar