La pandemia ha cambiado la vida de todos y el cuidado personal también. A través de una investigación se determinó que más de la mitad de los consumidores afirma haber cambiado su rutina de cuidado personal durante la cuarentena. Este aumento refleja la velocidad en la modificación de los hábitos y cómo los consumidores marcan el rumbo en la industria de la belleza y la cosmética.
Hombres y mujeres, afirman haber incrementado el tiempo y esfuerzo que dedican al cuidado de su piel, por el hecho de contar con más tiempo para sí mismos/as, que los motiva a probar nuevos productos, agregar más pasos y realizar con más frecuencia sus rutinas.
Las rutinas de belleza en mujeres
- Aumentaron sus rutinas de skincare dedicando más tiempo y más productos, y un mayor cuidado interno (salud emocional y suplementos alimenticios), así como la aplicación de mascarillas.
- Se suma a estas rutinas una mayor dedicación a investigar los beneficios de los productos.
- También se ha incrementado el tiempo invertido en mirar tutoriales de make up y rutinas faciales. Sin embargo se ha detectado una disminución del uso de maquillaje y de depilación durante la cuarentena más estricta del 2020.
- El nuevo foco se puso en la higiene y salud de la piel, liberándola de productos pesados y/o con excesos químicos.
Estas tendencias, junto al concepto de regresar a cuidados básicos, efectivos y revalorizando el concepto “menos es más”, han dado como resultado un menor del maquillaje durante la pandemia.
Las rutinas de belleza en hombres
- Las prácticas que más aumentaron en hombres fueron: lavado de cara, dientes y manos. También ha crecido la adopción de nuevos hábitos como aplicación de mascarillas y la inversión en skincare.
- Curiosamente las prácticas que han disminuido su frecuencia fueron: afeitado, baños, el uso de cremas y gel para el pelo y el uso de desodorante.
Otras tendencias
En cuanto al cuidado del pelo, la pandemia motivó a un segmento importante de consumidores a dejar de ir a las peluquerías. Esto ocasionó que comenzaran a implementar «tijera propia» en casa (muchas veces sin éxito) o que se tienda a dejarse el pelo crecido por periodos de tiempos más prolongados.
En el mundo de las compras, debido al cierre de puntos de venta presenciales, el consumo de productos de cuidado personal migró al e-commerce. A pesar de ello, los supermercados y las farmacias continúan siendo los puntos físicos más relevantes para la compra de productos.
Por último, pasar más tiempo en el hogar, ha motivado a algunas personas a someterse a procedimientos quirúrgicos estéticos que requieren mayor tiempo de recuperación domiciliaria. Por otro lado, los peelings, los tratamientos despigmentantes y la técnica de punta de diamante fueron los tratamientos más demandados en pandemia.
Fuente consultada: TN Salud