Ya conocemos todos los beneficios del peeling: minimiza arrugas, disminuye manchas, mejora las secuelas del acné, promueve el recambio celular y la eliminación de escamas y células muertas. ¿Pero sabías que también ayuda a prevenir el envejecimiento de la piel y que tiene un efecto anticancerígeno?
En promedio, nuestra piel se renueva naturalmente cada 60 días. Sin embargo, cuando utilizamos peelings químicos, aceleramos el proceso y generamos piel nueva cada 2 o 3 días. Esto activa la proteína P53, que tiene como misión defendernos de las alteraciones que producen las radiaciones solares. Cada día que pasamos al sol, se generan mutaciones en las células de la piel inducidas por los rayos UV. Estas mutaciones podrían provocar un cáncer de piel si no fuera por la intervención de la proteína. Por eso es conocida como el “Guardián del Genoma”. Lo que hace es impedir que la célula se siga multiplicando en caso de que haya sido dañada y que pueda generar un proceso tumoral.
Se ha descubierto que un peeling de ácido glicólico, salicílico o láctico no sólo mejora el aspecto de la piel, sino que actúa estimulando la proteína P53 y, así, aumenta nuestras defensas para evitar el cáncer de piel.
Fuente: https://koseiprofesional.com