Aunque oficialmente el verano comienza en unos dias, el sol ya hace notar su intensidad. Tomar el sol es uno de los pasatiempos de verano que las personas más disfrutan, sin embargo, es una de las prácticas más dañinas para nuestra piel y para salud general del cuerpo. Ahora, si tomamos ciertas precauciones, podemos aprovechar la luz solar sin exponernos a riesgos. Seguí estos simples consejos:
- Evitar las horas centrales del día: entre las 12 y las 16 hs, el sol alcanza su máxima altura, lo que provoca también que el efecto de su radiación sea más intenso.
- No te expongas por largos períodos de tiempo. Se recomienda, al principio de la temporada, dividirlos en diversas sesiones de unos 10 minutos que, posteriormente, se pueden ir alargando. Aunque se aconseja que no superen nunca los 25 minutos de duración.
- Usar siempre una crema protectora. Hay que elegir la que mejor se adapta a nuestro tono de piel. Así, las personas con la piel muy clara deberán elegir una con un factor de protección solar más alto.
- Usar protección aunque esté nublado. La radiación solar también alcanza nuestra piel en esos días.
- Si vas a tomar sol, no te apliques perfume. Algunos de sus componentes, como el alcohol, al entrar en contacto con la radiación solar, provocan una reacción fototóxica que acaba provocando manchas o irritaciones en la piel.
- Llevá con vos una gorra o sombrero para evitar insolación. Gafas de sol también serán muy necesarias.
Te recordamos que tomar el sol en exceso puede provocar un envejecimiento prematuro de la piel y la aparición de arrugas. Otro punto a tener en cuenta es que el cuidado de la piel es un tema que tradicionalmente siempre ha preocupado mucho más a las mujeres que a los hombres. Sin embargo, un estudio realizado por la Universidad de Leeds asegura que ellos tienen un 70% más de posibilidades de desarrollar melanoma.
Si tenés dudas o algún lunar o mancha extraña que no tenías antes de exponerte al sol, consultá de manera urgente a un médico dermatólogo.
