No es noticia que es cigarrillo tiene efectos sumamente dañinos para la salud. Fumar aumenta 4 veces el riesgo de enfermedad del corazón, así como disfunción eréctil debido al daño que genera en las arterias. Además, afecta directamente la salud de los huesos y los pulmones e, incluso, puede generar esterilidad. Sin embargo, los efectos nocivos de esta adicción no se limitan únicamente a aspectos funcionales de la salud, sino que también tiene consecuencias sobre nuestra apariencia.
El cutis
Fumar acelera el envejecimiento de la piel. El tabaco puede darnos un aspecto de hasta 10 años mayor a la edad que realmente tenemos. Produce una maduración temprana de las células dérmicas y, además, promueve la decoloración y la formación de anormalidades cutáneas.
Los ojos
El cigarrillo afecta nuestra piel y, por lo tanto, facilita la formación de arrugas y las conocidas “patas de gallo” alrededor de nuestros ojos. Pero eso no es todo. También promueve la aparición de ojeras. Produce el oscurecimiento de la piel y, además, obstruye nuestra capacidad para conciliar el sueño. Por lo tanto, no permite que obtengamos un descanso adecuado.
La boca
El fumar estimula la aparición de arrugas alrededor de la boca. Asimismo, reseca los labios y hace que pierdan su naturalidad y firmeza.
Los dientes
El tabaco es el peor enemigo de una sonrisa blanca. La nicotina mancha los dientes y los vuelve amarillos. Por otra parte, debilita la dentadura y no vuelve más propensos a sufrir la pérdida de varias piezas dentales.
El cabello
Los químicos presentes en los cigarrillos privan al cabello del oxígeno que necesita para permanecer fuerte y brillante. Además, favorece su caída y la aparición temprana de canas.
¿Fumás y no podés dejar de hacerlo? Ya tenés cinco razones más para renunciar a ese hábito tan esclavizante como dañino. ¡Decile chau al cigarrillo!
Fuente: www.vix.com